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Barça y Atlético, en estado de gracia

Una cosa es clasificarse y otra barrer, y lo que hicieron el Barça y el Atlético fue lo segundo. Los dos marcaron enseguida, que ayuda, pero luego mostraron, cada uno en su estilo, un punto de excelencia que rara vez se alcanza. Sobre todo el Barça, que disfrutó de una noche feliz, algo así como una prolongación de la juerga de Yeda, que empezó con la especie de trompetilla ‘urbi et orbi’ que fue el desenlace del caso Olmo-Víctor y acabó con goleada sobre el Madrid. Con ese impulso anímico más la plenitud de forma de casi todos sus hombres, el Barça ganó 5-1 al Betis, en El Día Mundial de Anulación de Goles por Naderías.

Cierto que el Betis anda depauperadillo y con bajas, pero aún así el Barça jugó con una brillantez que no se puede ignorar, sino agradecer. Muy bien sobre todo Lamine y Olmo, que hizo honor al magnífico esfuerzo de Rodríguez Uribes que se ha apuntado a jugar en la posición teórica del Enríquez Negreira de aquellos años felices del villarato a pleno rendimiento. Su capotazo salvó a Laporta, que sin él hubiera visto hundirse el suelo bajo sus pies. Con Olmo buscando equipo, que lo encontraría, y los 60 millones invertidos en él tirados por la ventana, no hubiera podido resistir. Sin embargo, hoy es el presidente ‘triomfant’.

El Atlético visitó al Elche, gallito en Segunda. No era salida fácil, pero de ella regresa el líder de LaLiga con la decimoquinta victoria consecutiva. Lució plantilla, lució compenetración, lució entusiasmo. Fue llamativo cómo celebró Simeone el cuarto, que a los que conocimos y quisimos al gran Miguel San Román, carne y sangre de la mejor entraña atlética, nos empezó a parecer castigo excesivo para su sobrino nieto. Pero Simeone y todo su equipo están en ese momento de apetito extremo en que se rebaña el plato ante el fondo. Barça y Atlético marcaron un referente imposible de ignorar ante el Madrid-Celta de esta noche.