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Asier y Miguel Ángel: ¿en qué se parecen un vallista y un marchador?

Asier Martínez y Miguel Ángel López se dan un caluroso abrazo al verse en el hotel Palace. Son aparentemente muy diferentes. Asier es navarro, tiene 22 años, salta vallas y acaba de aterrizar en la élite europea y mundial del atletismo. Un chico de aspecto urbano, al que le gusta concentrarse con música de MCs de Francia. Miguel es murciano, nació en 1988, marcha y conoce la excelencia del deporte en el que lleva más de una década a fuego. De hecho, es el único campeón del mundo español del siglo XXI, en Pekín 2015. Más clásico en el estilo López.

Hasta ahí las diferencias evidentes, pero tienen mucho más en común de lo que creen. Son personas tranquilas, trabajadores natos y perfeccionistas, y saben que desde el silencio se construyen los éxitos. Comedidos al hablar, pausados, y discretos hasta que... llegan a la pista o pisan el asfalto. En esas superficies se transforman...

Asier es capaz de condensar en apenas 13 segundos y escasas centésimas todo el trabajo de un año. Diez vallas, 110 metros y ni un sólo fallo. Una máquina de precisión que parece un producto de la metalurgia navarra por su sobriedad. También es un fino estilista, con influencia de la cultura francesa de las vallas: respeto al obstáculo, no tocarlo. Miles de ejercicios de multisaltos, innumerables pájaras en series lácticas en el tartán... Martínez no alardea de eso, pero sabe lo que cuesta todo, y confiesa que los nervios van por dentro.

Lo mismo sucede con Miguel Ángel López, un muro infranqueable en apariencia. Ni cuando lleva más de 30 kilómetros sobre el asfalto su cara se descompone. Él pone sus pies a escasos 4 minutos por kilómetro y nada lo para. Lo tiene muy interiorizado, en las innumerables tiradas junto a la huerta en Murcia, en Font Romeu... Un tempo permanente, que deja sin aliento a sus rivales: suecos, franceses... Con horas de entrenamiento, perfeccionismo y mente privilegiada subieron a lo más alto del podio en los Europeos. Asier en 110 vallas, Miguel Ángel en 35 km. Juntos lo celebraron en la gala de AS, con tranquilidad. En apariencia diferentes, en filosofía deportiva muy parecidos.