Miguel Ángel López, campeón del mundo de 20 km marcha

Con “marcha, visión y temple de campeón” (así lo relató su entrenador, José Antonio Carrillo), Miguel Ángel López, campeón europeo en 2014, marchó en el grupo de cabeza de la finalísima de 20 kilómetros desde la salida, a las 08:30 en Pekín, con 23 grados y 78% de humedad en el circuito del Parque Olímpico. Medallas con la Cruz de Caravaca, el recordatorio de su fecha de bautismo y una placa de su novia Daniela ('Llegaste tú') colgaban al cuello de López, a quien su madre reserva y prepara comidas especiales... incluso en Pekín.

Tras pasarse los 10 kilómetros en 40:10, a 4:01 por kilómetro, el chino Zhen Wang controló la prueba hasta el kilómetro 15, cuando ya había abandonado el japonés Suzuki, uno de los grandes favoritos. Justo ahí, en el 15, Miguel Ángel López (“no me conformo con repetir el bronce de Moscú, voy a por lo máximo”, había adelantado en vísperas) arrancó con el ecuatoriano Andrés Chocho -luego, descalificado-, para alcanzar y rebasar al chino en el kilómetro 18. Ahí, Wang veía ya dos amonestaciones después de haber efectuado cambios de ritmo entre 3:30 y 3:40 por kilómetro. Al fin, López, con paso limpio y marcha de altísima factura técnica, cruzó en solitario la metal del National Stadium, el Nido de Pájaro, quince segundos por delante de Wang, plata. El bronce fue para el canadiense Thorne, en hora, 19 minutos y 57 segundos.

Los otros dos españoles en la prueba, Álvaro Martín y Diego García Carrera (19 años, el próximo eslabón), finalizaron respectivamente en los puestos 17 y 30. Martín detuvo el reloj tras hora, 22 minutos y cuatro segundos. García, en hora, 22 minutos y 52 segundos. López se arrodilló sobre la pista de Pekín y dio la vuelta triunfal al National Stadium envuelto en la bandera de España, antes de declararse "emocionado", por lo que había sido, en su opinión, una final "impresionante".

Más allá de Llano de Brujas, Carrillo dirige a López en escenarios de gran altitud (Font Romeu, Sierra Nevada). Ahora, y con vistas a los Juegos Olímpicos de 2016, el dúo que ha ganado esta medalla de oro para España ("sin Carrillo, nada habría sido posible", afirma el nuevo campeón mundial) buscará nuevos escenarios de entrenamiento en gran altitud. “Técnicamente, estamos ante el mejor marchador del mundo y lo habría dicho igual aunque hubiese quedado el cuarto”, sentenció Carrillo. Sin duda, le asiste la razón.