Ancelotti, imperial
Carletto no acierta siempre, faltaba más, como en la alineación del derbi, donde inventó y desequilibró al equipo, pero el italiano sigue demostrando una sapiencia incomparable para llevar situaciones difíciles. Se ha quedado en el Real Madrid, aunque algunos ya le habían sacado las tarjetas de embarque a Brasil, a sabiendas de que iba a ser una temporada complicadísima; sin la llegada de un killer galáctico, con menos gol, los veteranos más viejos y obligado a meter a los jóvenes. Ya veremos como le sale, pero lo que está demostrando desde el inicio es que no va a perder los papeles. La personalidad que sigue ofreciendo en cada rueda de prensa, ese sello de elegancia y educación afrontando todos los temas y explicando con naturalidad su punto de vista, no la tiene cualquiera.
Los que esperaran que, como ésta podría ser su última temporada, cosa que ya veremos, Ancelotti se dejara ir o se le fuera de las manos la situación, pueden perder toda esperanza. Este señor no va a hacer el ridículo, aunque lleguen los malos resultados, porque tiene un estilo y un caché sobradamente demostrado durante su carrera. Y eso lo saben tanto los jugadores, propios y rivales, como los entrenadores, alguno de los cuales debería aprender bastante de sus formas. El tiempo dirá si este año gana algún título, pero lo que no va a perder es la compostura ni la distinción.