Alcaraz lidera la nueva hornada
El ranking de la ATP es totalmente objetivo. Suma y resta los resultados cada lunes en comparación con esa misma semana del año anterior. Así que si la calculadora dice que Carlos Alcaraz ha sido el número uno del mundo al final de 2022 es porque, realmente, ha sido el mejor de ese periodo. Las cuentas no engañan. Otra cosa es la percepción subjetiva que cada uno pueda tener de la temporada. Alguien puede considerar que Rafa Nadal tuvo más mérito porque ha sido el único que ha ganado dos títulos de Grand Slam en el presente curso. Una opinión muy respetable. Y otros pueden aducir que Novak Djokovic no pudo disputar dos grandes, y que el único que ganó, Wimbledon, no contabilizó en la clasificación porque se suprimieron los puntos. También es cierto. Los dos viejos rockeros se han mostrado competitivos durante el calendario, al menos durante la parte en la que han podido participar. Pero la rotunda realidad es que después de cinco campañas consecutivas encabezando el tenis mundial, dos años Nadal (2019 y 17) y tres Djokovic (2021, 20 y 18), ambos han sucumbido ante el impulso del emergente Alcaraz. La historia es más abrumadora si la ampliamos a Roger Federer, porque en ese caso nadie se ha sentado en el trono de la ATP fuera del legendario Big Three desde 2004, a excepción de Andy Murray en 2016.
El aplastante dato otorga mucho más peso a la conquista de Alcaraz, que no sólo se postula como el relevo del tenis español, sino también del tenis mundial. Presente y futuro. Al recoger el trofeo de la ATP en Turín, Alcaraz se ha erigido como el líder de una talentosa hornada en la que también brillan Sinner, Rune, Auger-Aliassime… A sus 19 años, nunca hubo un jugador tan joven en el número uno. Otro récord impresionante. Carlitos se pone así al frente de la nueva era. Ese es el mensaje. Pero que nadie mate a los mayores. Todavía es precipitado anunciar un cambio de ciclo.