Opinión

Alcaraz discute el trono a Sinner

El nuevo clásico del tenis, Jannik Sinner contra Carlos Alcaraz, alcanzará este lunes su capítulo 14 en la final del Masters 1.000 de Cincinnati...

Jannik Sinner y Carlos Alcaraz se saludan después de la final de Roland Garros 2025.
Stephanie Lecocq
Juan Gutiérrez
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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El nuevo clásico del tenis, Jannik Sinner contra Carlos Alcaraz, alcanzará este lunes su capítulo 14 en la final del Masters 1.000 de Cincinnati. Todavía está lejos del duelo más repetido de la historia, Novak Djokovic contra Rafa Nadal, que jugaron un total de 60 veces en 19 temporadas, pero lleva un camino proporcionalmente parecido. La diferencia entre aquella época y la actual es que entonces reinaba un triunvirato, que se completaba con Roger Federer, pero aquel ilustre Big Three, que durante algunos años fue Big Four con Andy Murray, ahora se ha reducido a un Big Two.

Y tenemos que dar las gracias, porque en ocasiones Sinner parece inaccesible para el resto del circuito. Alcaraz no solo es capaz de discutirle el trono al pelirrojo, sino que además le domina de momento en el balance. Esa es la buena noticia. Carlitos aventaja 8-5 a Jannik en el cara a cara, una superioridad que acompaña con otros dos datos alentadores: ha ganado cinco de los seis últimos combates, y en pista dura exterior también va por delante, 4-2. La mala noticia es que el precedente más cercano es una victoria incontestable del italiano en la final de Wimbledon. Ya veremos cuál de las dos versiones presenciamos en Cincinnati. Cualquier desenlace es posible.

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Hay más cosas en juego que un prestigioso título. Está también el pulso por el número uno mundial. Pase lo que pase este lunes, Alcaraz va a sumar más que su rival en este torneo, donde Sinner solo puede igualar los 1.000 puntos de campeón del año pasado, y dependerá de sí mismo para ponerse líder en el último Grand Slam. Luego está el efecto psicológico que pueda tener el resultado sobre el próximo desafío: el US Open. Pero, por encima de todos estos frentes, que no son pocos, empieza a dar la sensación de que cada Sinner-Alcaraz es ya también un duelo por la Historia.

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