Un España-Portugal de tronío

Me gusta la Liga de Naciones, aunque soy consciente de que muchos aficionados se despistan ante ella. Me gusta porque viene a ocupar fechas que se destinaban a amistosos sin gracia y también porque estratifica la primera fase en cuatro categorías, con ascensos y descensos, lo que abre la esperanza de que algún día se haga lo mismo con las fases de clasificación para la Eurocopa y el Mundial. Me gusta incluso ahora que nos la hemos encontrado de forma casi intempestiva, con estos cuatro partidos cuando dabas por terminado todo lo que no fueran las promociones. Ahora cuatro, en septiembre dos y el desenlace en forma de Final Four ya en 2023.

Consecuencia, claro, del Mundial fuera de sitio, en invierno, que descoloca todo. Pero si eso crea despiste por la presencia de estos partidos fuera de fecha, a cambio les da el interés de presentarlos como ensayos de máxima seriedad para Qatar. Desde la lista al desempeño de cada cual en cada partido, miraremos estos encuentros como sucesivos ensayos para el Mundial, entre otras cosas porque en su día no habrá tiempo para nada: Luis Enrique tendrá los jugadores una semana antes de que empiece lo de Qatar. Así que aprovechemos estos cuatro partidos (y los dos de septiembre) para valorar nuestras posibilidades en la gran cita que cerrará el año.

Empatamos, pero no hay lugar al disgusto. Estos chicos que han tenido que retrasar las vacaciones se entregaron a tope y ofrecieron un partido de altos vuelos ante Portugal, una de las selecciones fuertes del momento por más que le costara clasificarse. Para mí fue un partido de tronío con un Gavi que cada día corre más y juega mejor, no sé cómo se las apaña, y con ese aire constante y solidario en todos que caracteriza al equipo. Portugal amenazó mucho con Leao y poco con Cristiano, que entró al partido muy avanzado, y nos arrancó el empate en el 81’ en una buena escapada por la derecha. Ese gol pinchó algo el optimismo, pero las sensaciones son buenas.