Me quedo contigo, banderas blancas y violetas al aire, me quedo contigo. Y después de haber elevado el canto y el tono por el ascenso toca ahora mirar hacia adelante. El futuro es presente para el Real Valladolid, y aunque apenas hayamos estrenado junio, el motor no puede detenerse ahora; desde ya hay que ponerse manos a la obra en el corte y confección de la plantilla para la próxima temporada. Por delante van a venir semanas muy ajetreadas para la dirección deportiva del Club, y en este momento el Real Valladolid tiene que preguntarse qué quiere ser en Primera división, qué traje quiere vestir.

La filosofía, el look, o el estilo vendrá marcado por Ronaldo, quién en más de una ocasión se ha significado en consonancia con la forma de entender el fútbol de Pacheta, o viceversa. El entrenador del Real Valladolid abogará el próximo curso por la continuidad del modelo que le ha llevado al ascenso, y este será el punto de partida para confeccionar el patrón de la nueva plantilla. ¿Habrá cambios?, sí, seguro… entre los que tienen, o terminan contrato, los cedidos que al club le gustaría que continuaran, y los que tienes que regresar de sus cesiones, el Real Valladolid puede sumar más 30 jugadores… pero no importa si los cambios van a ser unos cuántos, o muchos, lo sustancial es que sean los necesarios.

Es verdad que lo ideal sería tener una plantilla de jugadores en su mayoría en propiedad, pero no siempre lo que se desea se pude hacer realidad, por lo que en algunos casos la dirección deportiva habrá de hilar fino para acertar; los que vengan, o los que sigan, debieran hacerlo bajo una premisa, el compromiso; sabedores y conocedores de que estarán, o llegarán a un equipo en crecimiento y elástico.

En la vuelta a la máxima categoría lo primordial será mantenerse, ese será el objetivo de una docena de quipos, y no va ser diferente para nosotros; cuidado con las falsas expectativas. En definitiva, cambian las caras, cambian las plantillas pero al final… me quedo contigo, Pucela.