El 14 es un bonito número
Uno no termina de acostumbrarse, por más que sea una maravillosa rutina jugar cinco finales en ocho años y soñar ya con la 14. Al fin y al cabo, la final de la Champions está diseñada sólo para los elegidos. ¿Imaginan lo que pagarían de sus bolsillos los jugadores del PSG, del Chelsea y del City por estar esta noche en el Stade de France? Después de la final de un Mundial, este es el partido más seguido en todo el planeta y el que certifica quién es el mejor equipo del mundo. Por eso, no piensen que los jugadores del Madrid van a salir con menos hambre que los del Liverpool por el hecho de tener 13 coronas en su cabeza.
Aquí hay chavales como Courtois, Vinicius, Rodrygo, Valverde, Camavinga, Mendy, Militao o Hazard que llevan años soñando con estrenarse y no piensan dejarlo escapar por mucho que el Liverpool sea un rival poderosísimo e intimidatorio. Los veteranos sabrán llevar la batuta porque en esta materia saben latín. Con gente como Carvajal, Alaba, Nacho, Modric, Casemiro, Kroos, Lucas, Asensio y Benzema se puede saltar a una final sin miedo a nada y con la cabeza alta. Y si marca el Liverpool primero, peor para ellos. En ese instante se activará el modo remontada y los ingleses entrarán en pánico. Lo bueno del Madrid es que en la Champions tiene unos registros imposibles de descifrar para el rival. Cibeles, calienta que sales.