Una foto en la carpeta de Jenni

Jennifer Pareja lo ha sido todo: campeona del Mundo, campeona de Europa, subcampeona olímpica, la Mejor Waterpolista del planeta… Ahora, ya retirada, ejerce como asesora del presidente del CSD, pero sobre todo conserva el espíritu de deportista. Antes de triunfar en la piscina, Jenni era una soñadora, como tantos jóvenes, pero en su carpeta de estudiante no llevaba “ni la foto de Backstreet Boys, ni la de Bon Jovi, ni la Take That, sino la de Jesús Rollán”, el icónico portero de una de las mejores selecciones de la historia, doble oro mundial, oro y plata en Juegos Olímpicos… Pareja contó ayer esta anécdota durante la presentación en el COE del libro Jesús Rollán. Eterno, escrito por Francisco Ávila y Alberto Martínez, periodistas de EFE y AS, tras recopilar más de sesenta entrevistas.

La familia al completo del waterpolista estuvo presente en un acto cargado de emotividad, lo que confirma la sensibilidad con la que los dos autores han narrado su vida, a pesar de transitar por episodios espinosos como sus adicciones, sus problemas mentales por el vértigo al día después de la retirada, su suicidio a los 37 años… La obra, al igual que este encuentro celebrado en Madrid, rinde homenaje al deportista, que supo hacer equipo y guiar a sus compañeros hacia el éxito. Pero también a una persona afable a la que todos recuerdan con una sonrisa. El resto de su trayecto es igualmente necesario de conocer, porque también sirve de modelo, al dar visibilidad a algunos de los duros problemas a los que se enfrentan los atletas hasta convertirse, con demasiada frecuencia, en juguetes rotos. El triste caso de Rollán ayudó en su momento a que las instituciones se mentalizaran del abismo que se abre tras la retirada. Este libro describe al deportista, sí, pero también a la persona, con sus miserias y sus virtudes. A alguien digno de lucir en nuestras librerías. O en la carpeta de cualquier soñador.