A ti que te has ido
Hay un anuncio de una funeraria gallega cuyo dueño, en persona, dice cosas como "a ti que te has ido: vete tranquila, tranquilo". Se trata, salvando ciertas distancias, de la misma retórica que algunos bardos del madridismo han utilizado en los últimos días para dar por enterrado a Pep Guardiola tras la derrota de su equipo en el Bernabéu, con esa mezcla de estética indie y versos de coplilla que tanto gustan en los ambientes más selectos de la cultura subjuntiva merengue y en no pocas sectas orientales, aunque la equiparación quizá no venga al caso, yo qué sé: de antemano, les pido perdón. "No eres un número más. Sabemos lo que quieres, lo que querías, y así será", dice Juan Laureano Perdiz, que así se llama el empresario pontevedrés, en otro momento del spot: imposible afinar más en la explicación de lo que un buen amigo mío ha dado en bautizar como "el nuevo espíritu de Juanito".
La cultura alternativa de la capital es así, con sus pelitos lacios, sus levitas de polyester, sus suscripciones a revistas americanas y sus ginebras secas, preferiblemente de importación. Son buena gente, en el fondo: equivocados, pero buena gente. Lo único que necesitan es convencerse los unos a los otros de que lo peor ya ha pasado, de que el cartero no volverá a llamar a su puerta con aviesas intenciones y de que los milagros, especialmente en el último minuto, pueden llegar a ser una táctica recurrente si uno los desea muy fuerte mientras memoriza algunas frases de El Crack o Licorice Pizza, por poner dos ejemplos del viejo-nuevo catecismo: el cruyffismo ha muerto, Guardiola ya no existe y todo su legado será tratado como un demérito, amén.
En Mánchester, mientras tanto, los fans del City despliegan pancartas de la 'Guardiola's Blue and White Army' y los dueños del club intentan renovar al técnico catalán, totalmente ajenos a una realidad que en Madrid ya no se discute por una sencilla razón: está feo discutir en los tanatorios, eso no es señorío. "A ti que te has ido, vete tranquila, tranquilo. Sabes quien soy, nos conocemos de toda la vida" … Y nada más.