Pacheta, aún estás a tiempo de volver al 4-4-2

No creo que Ronaldo acuda a una pitonisa para saber si el Pucela asciende a Primera División con Pacheta o no. Al entrenador burgalés le costó su puesto de técnico cuando entrenaba al Cartagena, porque su presidente en ese momento hizo una consulta de este tipo y la pitonisa le profetizó que con este entrenador no iban a ascender. En el fútbol como en la vida, lo que funciona no se toca. El Real Valladolid estaba haciendo un fútbol fluido que arrollaba a sus rivales y los sometía en la mayoría de los encuentros hasta encerrarlos en su área y lograr holgadas victorias en la mayoría de los casos. ¿Por qué Pacheta cambió el 4-4-2 que funcionaba muy bien por el actual 4-1-4-1, que se está demostrando que no funciona? ¿Por qué no puede jugar Sergio León debido a su sanción? Hay que recordar que en los últimos partidos, Sergio León, era suplente y salía desde el banquillo en las segundas partes. El entrenador burgalés comenzó la temporada con un sistema de tres centrales y dos carrileros largos, el tiempo demostró que no era el adecuado para las características de estos futbolistas y fueron ellos, los que le propusieron la utilización del 4-4-2, porque se sentían más cómodos, como reconoció el propio Roque Mesa. Pacheta tuvo la humildad para aceptar las sugerencias de sus futbolistas, cambiar el sistema y la cosa funcionó muy bien. En el mundo del fútbol ya está todo inventado, sólo algunos entrenadores como Arrigo Sacchi y Johan Cruyff, trajeron conceptos nuevos que innovaron este maravilloso deporte. El fútbol es de los futbolistas, que son los que saltan al campo. Debe ser duro, para el ego de un entrenador, que el único sistema de juego con el que el Real Valladolid ha funcionado es el propuesto por los propios futbolistas, porque todos los entrenadores del mundo quieren dejar su sello y su estilo propio en los equipos que dirigen.

Nunca en la historia del fútbol un equipo defensivamente débil logró ser campeón de nada ni ascender de categoría. Los equipos crecen desde atrás, con un portero solvente, con una defensa sólida, segura e infranqueable; además de disponer de un centro del campo creativo y solidario en la parte defensiva, y un ataque eficaz de cara a portería contraria. Jugar bien al fútbol no es hacerlo solo desde la parcela ofensiva. Jugar bien al fútbol también es hacerlo desde la parcela defensiva. Tan importante, es saber lo que tienes que hacer, cuando eres poseedor de la pelota, como que hacer y cómo colocarte en el campo cuando no dispones de ella. El Real Valladolid, a día de hoy, es un equipo muy débil defensivamente y muy desordenado cuando no dispone del balón. El equipo está muy desorganizado y deja muchísimos espacios cuando pierde el balón; por eso, los equipos rivales le llegan con tanta facilidad y le hacen goles con la mínima ocasión. Y eso es 100% responsabilidad de Pacheta, como colocar a sus futbolistas cuando ataca y cuando defiende su equipo. No sé si el de Salas de los Infantes, necesita entrenar con un andamio, como lo hace Luis Enrique en sus equipos, pero tengo la oportunidad de ver todos los partidos del Real Valladolid desde arriba en el estadio José Zorrilla y se ven perfectamente todos los espacios que deja el equipo cuando no dispone de la pelota.

El Pucela dispone de futbolistas que marcan las diferencias de tres cuartos de campo en adelante, jugadores como Gonzalo Plata y Toni Villa, que pueden regatear e irse de varios contrarios ante equipos que se encierran en su área y abrir defensas cerradas, luego dispone de grandes pasadores como Monchu, Ivi, Roque Mesa, para filtrar pases a estas puntas de lanza y un gran rematador como Shon Weissman. Las carencias de este Real Valladolid en estos momentos están en su parcela defensiva. El equipo tiene que mejorar muchísimo defensivamente, si quiere tener opciones reales de ascender tanto de forma directa como en un posible playoff. Ser un equipo serio atrás y no conceder ocasiones al equipo rival e intentar dejar la portería a cero. Aún se está a tiempo de todo, Pacheta debe reaccionar y volver al sistema que mejores resultados le ha dado al equipo esta temporada. Porque, aunque la tabla de clasificación y los números, dicen una cosa; las sensaciones dicen otra muy distinta y el Real Valladolid ha llegado a los diez últimos partidos, donde todos los equipos se juegan todo, con muchas dudas y con un sistema de juego que no está dando los resultados esperados. No ascender esta temporada con la plantilla actual sería una catástrofe y un rotundo fracaso, no vale con los merecimientos o con salir en rueda de prensa post partido, diciendo que un equipo como el Sanse, que se encuentra en descenso no te ha encerrado en tu área jugando en el José Zorrilla y que un equipo como el Mirandés mereció ganar al Pucela de forma clara y contundente, que el equipo lo intentará hasta el último día. Como bien dijo Pacheta en su día: "El estilo no se negocia por el perfil de jugadores que tenemos". Mucho me temo que el de Salas de los Infantes saldrá a Eibar con el 4-1-4-1 y no con el 4-4-2, pero aún está a tiempo de todo. Morirá con sus ideas y no habrá excusas posibles si el equipo no logra el objetivo del ascenso. De nada sirve disponer del mejor coche de la parrilla, si no se tiene el piloto adecuado, para los momentos difíciles de la carrera.