De nuevo le penalizó al Atlético la falta de precisión para concretar lo creado en el trayecto hasta el área del rival. Los rojiblancos se quedaron solo en buenas intenciones ante la meta de Maximiano. Podríamos decir que los del Cholo realizaron un partido serio en 75 metros, algo que, escrutando los resultados de este año —11 puntos de 30 ante los cinco últimos—, deja bien a las claras el lunar de esta temporada. Pocas veces ha acumulado una plantilla del Atleti tanta calidad en la parcela ofensiva y aun así no terminó de encontrar el bisturí para abrir el entramado defensivo del rival.

Cierto es que hubo pasajes de superioridad rojiblanca, sobre todo en los primeros 15 minutos de cada tiempo, destacando la tranquilidad con la que jugó Javi Serrano. En una posición de responsabilidad como es la de 5, utilizó pocos toques para agilizar el juego y a ello le sumó la concentración y el físico para no perder su sitio. Ilusionantes 45 minutos los que desplegó el canterano rojiblanco.

Hay que decir que esta vez no surtieron efecto los cambios. El equipo entró en un estado de nerviosismo y desconfianza, acumulando muchas imprecisiones que impedían continuidad en el juego. Una pena no aprovechar el pinchazo del Betis para dejar la Champions casi asegurada. De nuevo, como a lo largo de la temporada, la calidad y la contundencia en los últimos metros está siendo su penitencia.