13 puntos más y campeones
Multicolor. Lo mejor del Madrid de Ancelotti es que sabe adaptarse a cada contexto como los camaleones. También a nivel cromático. En Vigo derrotó a los Celestes, en Londres a los Blues y en el Bernabéu a los Azulones. Una tonalidad que se nos da bien. Pero conviene consumar la faena el próximo martes. Cero confianzas. El Chelsea, vigente campeón de Europa, mostró su orgullo ante el Southampton y le endosó un set imperial a domicilio (0-6). Estamos avisados. No olviden que la Juventus casi nos levanta un 0-3 de Turín (¿recuerdan la chilena memorable de Cristiano?), que el Bayern casi hace reversible un 1-2 del Allianz Arena de Múnich y que el Ajax nos volteó (1-4) tras perder ante los blancos en Ámsterdam (1-2). Este martes hay que jugar como si el equipo estuviese obligado a ganar para pasar a semifinales. Solo con esa mentalidad evitaremos traumatismos inesperados. Por eso Courtois, Militao, Alaba, Marcelo, Vinicius, Nacho, Casemiro, Valverde y compañía se quedaron al final del partido a dar una vuelta al ruedo del Bernabéu para pedirles su aliento para la gran noche de Champions que se avecina. Un pase a semifinales, por rutinario que sea ese logro en la cultura madridista, es mucho.
LaLiga. El partido ante el Getafe resultó tan soso que por eso me he lanzado rápido a por el solomillo de la Copa de Europa. Pero no olvido que el tranquilo triunfo ante la reactivada tropa de Quique Sánchez Flores le da al equipo de Ancelotti el 85% de esta Liga. La 35 ya está calentando motores en el microondas. A falta de siete partidos por jugar, al Madrid le basta con ganar 13 puntos para cantar el famoso alirón. Y ojo, eso si damos por hecho que el Barcelona gana los 24 puntos que le quedan por disputar, que es mucho suponer. De hecho, esta noche el Levante puede acabar con las escasas ilusiones ligueras que le queda a la Xavineta.
La magia de Vini. Ante un Getafe encerrado en su caparazón, el Madrid optó por la coherencia y la calidad. Y eso que Carletto reservó inteligentemente a sus dos laterales titulares (Carvajal y al tocado Mendy) y a los dos cerebros de su Sala de Máquinas: Modric y Kroos. Con Casemiro, que está que se sale, Valverde y Camavinga el juego fue incisivo, fluido y fresco, propio de la juventud del Halcón uruguayo y el Potro francés de 19 años. Aire fresco, con un Lucas Vázquez enorme en su papel de lateral de guardia. Para salir del tedioso 0-0 solo faltaba algo de magia. Y Vinicius la tiene a toneladas. Se sacó un pase con el exterior, a lo Modric, que tradujo Casemiro en gol con un cabezazo magnífico. Primer gol del ‘14’, que de esa forma sacaba brillo a la conexión brasileña. Samba y felicidad en un líder que saltó al campo con cinco paisanos de Pelé: Militao, Marcelo, Case, Rodrygo y Vini.
El capitán. Mi cariño, mi respeto, mi admiración y mi apoyo absoluto a nuestro capitán Marcelo. Cada partido que juega es un homenaje para el mejor ‘3’ de la historia del club, solo superado por Roberto Carlos (que no se me enfaden mis admirados Camacho y Gordillo). Marcelo jugó muy bien en ataque, con esa zurda maravillosa que echaremos mucho de menos cuando nos deje. Su foto junto a su hijo, con los chavales campeones de la Liga Promises, fue un canto a la carrera de un futbolista irrepetible. Bale, toma nota. A ti te pitan (normal) y a otros los ovacionan (normal también).
Afición feliz. El triunfo va por las peñas Rondilla de Valladolid, ‘Veteranos VLC’ (Valencia), peña ‘Mini Bernabéu’ de Tenerife, Vladimir de la peña Uros Blancos (Bielorrusia), Antonio Lucena y mi amigo Julio Zapata, de la misma tierra que nuestro Carlos Alcaraz, otro murciano que ama al Madrid por encima de cualquier otra cosa. Esto se pone bonito. El madridismo sonríe.