Nagelsmann matiza su apuesta ofensiva

Vuelve a ser un rodillo letal. La equivocación de jugar el sábado unos pocos segundos con doce jugadores ha hecho que se pasara por alto algo notable y que sin embargo ya nos parece normal: el Bayern destrozó al Friburgo, uno de los mejores bloques defensivos de la Bundesliga. Sin ese error administrativo, el campeonato alemán estaría ahora mismo sentenciado, con nueve puntos de distancia entre los bávaros y el Dortmund. El cojunto de Nagelsmann ha vuelto a recuperar su mejor nivel tras la goleada ante el Salzburgo en la vuelta de los octavos de final de la Champions (7-1). Desde entonces, sólo tropezó en el campo del Hoffenheim (1-1), donde le anularon tres goles y falló varias ocasiones clarísimas.

Julian Nagelsmann, durante un entrenamiento con el Bayern.

Regreso al 4-2-3-1 tras varios partidos de riesgo extremo. Nagelsmann ha vuelto al sistema de Flick, que es el que de hecho ha usado durante la mayor parte de la temporada. Sin embargo, en estos primeros meses de 2022 ha insistido en varias ocasiones con un 3-4-2-1 extremadamente ofensivo en el que Coman y Gnabry ejercían de carrileros y en el que Sané actuaba por dentro compartiendo la media punta con Müller. La ventaja de ese dibujo, más allá de la cantidad de alternativas en ataque que le ofrecía, es que podía alinear juntos a Coman, Gnabry y Sané, algo que no ocurre en el 4-2-3-1 actual. En Villarreal, si sigue fiel a este sistema no tan osado, tendrá que descartar a uno de sus tres extremos. Si hacemos caso a las últimas alineaciones, Gnabry es el que menos ha jugado, aunque viene de aprovechar muy bien sus minutos en Friburgo, donde marcó un gol y dio una asistencia.

Laterales que son casi centrales para blindarse. Aunque Alphonso Davies es la gran novedad de la convocatoria -e incluso su técnico ha dicho que está en condiciones de ser titular-, lo más probable es que Nagelsmann use el recurso de la selección francesa campeona del mundo: situar a Pavard y Lucas Hernández como laterales y acompañar de este modo a Sule y a Upamecano. El joven Nianzou fue titular en Friburgo en el eje de la zaga, pero no se espera que repita en La Cerámica. El único punto débil que presentaría esta línea de cuatro sería la cierta tendencia al error de Upamecano, que posee unas condiciones formidables pero que de vez en cuando sufre lagunas de concentración o excesos de confianza.

Mucha pegada por dentro. Pese a la gran calidad y desequilibrio de los extremos, este Bayern es especialmente peligroso por la gran cantidad de jugadores con buena finalización que pisan el área por zonas interiores. Robert Lewandowski, uno de los mejores nueves del mundo, atrae toda la atención de los centrales. Thomas Müller, actuando de media punta, aprovecha esa circunstancia para llegar más libre al remate y hacer valer sus dotes de gran oportunista. Y además, Leon Göretzka, que jugará junto al sensacional Joshua Kimmich en el doble pivote (Tolisso, la otra opción, está lesionado), es un especialista en la aparición por sorpresa desde la segunda línea. Todo ello exigirá enormemente a la pareja Pau-Albiol, que necesitará de una gran ayuda de los dos medios centros del conjunto castellonense para vigilar esas llegadas inesperadas.