Guardiola, Simeone y el partido de la antítesis
"Simeone cuando estaba en Argentina vino a vernos entrenar con el Barcelona. Y me dijo: a mí esto no me gusta. No lo siento". Guardiola (Sampedor, 51 años) tiene grabado a fuego lo que le dijo Simeone (Buenos Aires, 51 años) al poder ver in situ sus métodos de entrenamiento. Aquella primera aproximación dejó a las claras la opuesta filosofía táctica y estética de ambos entrenadores. Simeone renegó del estilo del Barcelona y Guardiola aceptó de buen grado el comentario del argentino: "Recuerdo que yo le contesté: qué bueno, de eso trata". Ya les pasaba de jugadores. A Guardiola le gustaba tener el balón; a Simeone, quitarlo.
Un vistazo a los números del Manchester City y Atlético en esta Champions retrata sus diferencias. El equipo de Guardiola promedia un 59,5% de posesión, acumula 4.984 pases, 137 remates, 549 ataques y solo 65 despejes; el de Simeone, por su parte, firma un 42,9% de posesión, 2.947 pases, 82 remates, 298 ataques y 149 despejes... El de hoy será el cuarto duelo directo entre ambos técnicos tras el 1-2 del Barça en 2012 gracias a una genialidad de Leo Messi y aquellas semifinales de Champions en 2016 entre el Bayern y el Atleti. En el Calderón se elevó el plan de Simeone y la obra de arte de Saúl.
La parada en la capital de Baviera es, de largo, el partido donde más evidentes resultaron las diferencias. "Vi al mejor rival al que jamás me enfrenté, me dejó enamorado", afirmó Simeone. Aquel día el Bayern arrolló al Atleti con picos de posesión del 92% y 33 remates. "Son aquellos partidos que dices: no puede ser verdad lo que estoy viendo, no cruzamos la mitad de la cancha", añadió el Cholo tiempo después en el documental sobre su figura de 'Amazon Prime'. "Parecía que jugábamos un deporte diferente", sintetizó Gabi. Pero la abnegación atlética le hizo sobrevivir al asedio. Guardiola, sin excusas, reconoció el mérito rival: "Yo soy incapaz de hacerle eso a mis equipos. Pero admiro esa resistencia, porque en algún momento la abeja te picará". Se respetan y entienden al otro sin dejar de ser ellos nunca. Guardiola es Guardiola, Simeone es Simeone.