En Vigo se la juega el Madrid
El partido de Vigo es mucho más que tres puntos en juego. Es poner fin a la tendencia negativista que ha crecido de manera increíble entre el propio madridismo por el batacazo del Clásico. Ya sabemos todos que aquello fue un bajonazo y más ante ese Barça de Xavi que se mueve como nadie dentro de la propaganda (al fin y al cabo, verán el Chelsea-Madrid desde el salón de casa y los jueves les sigue tocando lidiar con la prestigiosa Europa League). Pero el 0-4 ha hecho pupa en la moral merengona y es necesario revertir ese estado de shock .
La mejor manera es tomarse el partido de Balaídos como una final con el título en juego. En realidad, es así. Si mañana regresa triunfal el líder de la coqueta ciudad gallega, el Barça saltará el domingo ante el Sevilla con menos humos y con el temor de saber que un simple empate le deja ya sin opciones de luchar por el título. Joan Laporta empuña ese Clavo Ardiendo que en 2007 le dio al Madrid una Liga que jamás olvidaremos en el Bernabéu. Pero ya dijo hace unos años Guardiola que ese gen irreductible de no rendirse nunca es propiedad de los blancos, que su Barça suele ser más pragmático y realista. Mejor así.
Ancelotti se quedará en principio en la capital por culpa del COVID, pero el año pasado ya ocurrió con Zidane en la salida del Madrid a Vitoria y, con Bettoni al frente, el equipo venció con solvencia (1-4). Regresa la tropa francesa de élite (Benzema y Mendy) y el grupo de internacionales ha llegado en buenas condiciones menos el insustancial Jovic. Ante Iago Aspas (¡vaya crack!) y compañía toca sacar el traje de gala. Lo del Chelsea puede esperar...