Jaén es la casa del fútbol sala

El fútbol es el deporte rey. Obvio. Pero hay ciudades sin un gran equipo de fútbol, o con el equipo en horas bajas, donde otras disciplinas penetran en el corazón del aficionado. Uno de los mejores ejemplos es el Jaén Paraíso Interior, un referente del fútbol sala que ha ocupado el hueco del Real Jaén, que no pisa la Primera División desde 1958, que hace tiempo que no hace honor al nombre de su estadio, La Victoria, y que sobrevive a duras penas en la Tercera RFEF. Su primo hermano del futsal sí se codea en la máxima categoría desde la temporada 2013-14, y entre sus logros están sus dos títulos en la Copa de España en 2015 y 2018, en inolvidables finales ante el Barça y el Inter. De hecho, en las últimas once ediciones ha sido el único que se ha colado en el palmarés junto a estas dos potencias.

El crecimiento del Jaén ha sido tan vertiginoso en la ciudad, alentado por su fiel marea amarilla, que provocó que su viejo pabellón, La Salobreja, se quedará pequeño con sus 1.400 espectadores. La Diputación y la Junta de Andalucía aceptaron entonces el reto con la financiación del Olivo Arena, una moderna y polivalente instalación con capacidad para 6.589 personas, que ascienden a 10.000 para conciertos. El Palacio Provincial de Deportes, que emula los colores amarillo y verde del aceite y los olivos, inaugurado el 1 de julio de 2021, es la nueva sede del Jaén FS. Y la respuesta de la afición ha sido brutal: en noviembre del año pasado se alcanzaron los 5.000 abonados, casi el quíntuple que el Real Jaén, lo que además es récord del futsal nacional. Desde hoy hasta el domingo albergará la Copa de España, con el Olivo Mecánico clasificado, y a mediados de mayo hará lo propio con la fase final de la Copa del Rey, también con el anfitrión en liza. De golpe, el Olivo Arena no sólo se han convertido en la casa de su histórico equipo de fútbol sala, sino también en la casa del fútbol sala español.