Hace falta abrir mucho la cartera

Cada partido que pasa refuerza más al Real Madrid en su idea de mantener abierta la opción de fichar a Tchouaméni. A sus 22 años ha irrumpido en el fútbol como el jugador total, capaz incluso de ensombrecer a todo un Pogba. Sucedió en el reciente partido jugado por Francia ante Costa de Marfil, en el que Tchouaméni marcó y dio una lección de fútbol. Con permiso de Pogba (más que nada por galones) y Kanté, el joven de ascendencia camerunesa del Mónaco se perfila incluso como titular en el próximo Mundial de Qatar.

Anda la dirección deportiva del Madrid afanada en culminar la transición a un nuevo y estelar proyecto que estará comandado por Mbappé y puede que por Haaland. Es ahora en el centro del campo donde se están centrando todos los esfuerzos. Modric, a pesar de su gran rendimiento, está dando sus últimos y brillantes coletazos y a Kroos, después de haber dado tanto y tan bueno al Madrid, le está pasando por encima la nueva forma en la que se juega al fútbol, con mucha energía y vigor físico además de técnica.

Tchouameni es uno de esos jugadores perfectos para sostener (en el plano del equilibrio) el juego del Madrid en la próxima década. Pero lo bien que lo está haciendo y la puja que se ha desatado (tiene contrato hasta 2024 y el Mónaco, aun siendo un club vendedor, va a apretar para sacarle todo el jugo posible) va a poner a prueba a la entidad blanca. No es sólo el Chelsea es, también y sobre todo, el PSG, que aprovechará cualquier circunstancia para ganarle por la mano al Madrid en cuestión de mercado después de la humillación por Mbappé. Si Tchouaméni se considera estratégico, habrá que abrir bien la cartera.