NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Hazard tiene que dar marcha atrás

Madrid

No hay honor sin dolor. Y esta frase que repito desde hace más de 30 años tiene especial relieve en el deporte profesional. Y si no, que se lo pregunten a nuestro mejor deportista de siempre, Rafa Nadal. Pero para ello, es fundamental que la esfera mental esté en plenitud. Que el factor psicológico sea elevado. Hoy día, hablamos mucho en el deporte de un aspecto importantísimo, la base de datos de los jugadores, que los clubes guardan como oro en paño.

Pero, ¿de qué me sirve toda esta base de datos, si me olvido del factor psicológico del jugador? Un jugador puede estar físicamente bien, pero si psicológicamente está mal, no rendirá a tope. En cambio, si físicamente no está a tope, pero psicológicamente está perfecto, las posibilidades de alto rendimiento son muy altas. Hazard no es el jugador que vino al Real Madrid deslumbrante de ganas e ilusión. Es un jugador al que el entrenador Ancelotti tiene marginado en sus alineaciones. En lo que va de año, apenas ha jugado unos minutos.

Hay jugadores que se machacan físicamente en el gimnasio para alcanzar su máximo rendimiento en el terreno de juego. Caso de Cristiano Ronaldo. Pero en cambio, hay otros jugadores más intuitivos, con una clase endiablada, que adquieren su estado de forma a base de jugar partidos. Recordemos a Onésimo Sánchez, aquel gran jugador que driblaba hasta el banderín del córner, pero era perezoso para entrenar.

Y este es el caso de Hazard. El jugador necesita competir para dar lo mejor de sí mismo. Su mente se libera y rinde al máximo de sus posibilidades cuando compite, no cuando se entrena. Y aparte, si compite eleva su umbral del dolor. El jugador tiene escaso protagonismo dentro de la estructura futbolística del Real Madrid, y él lo sabe. Su estado anímico actual no es bueno, a pesar de ser una persona excepcional. Y si su ánimo no es bueno, su rendimiento, no va a ser el deseable.

Hazard juega con el balón pegado al pie, con lo que los traumatismos sobre el mismo son constantes en el transcurso de un partido. En mi opinión, debe de realizarse una extracción del material de osteosíntesis. Y al cabo de un mes y medio el jugador volverá a ser el de antes si se cumplen las premisas antes descritas. Me recuerda a un caso parecido que tuvimos con Gerhard Poschner, exjugador del Rayo Vallecano.

Una tercera intervención quirúrgica, para la retirada del material de osteosíntesis, no creo que solucione el problema, si como he dicho anteriormente, no va acompañada de una correcta actuación a nivel cognitivo del jugador. Esa es mi opinión, fruto de la experiencia personal de tantos años, no de la literatura.