Rubiales, las ‘luisenricadas’ y la Luchoneta
Luis Rubiales, en perfecta sintonía con José Francisco Molina, eligió a Luis Enrique como seleccionador nacional con todas sus consecuencias. El presidente de la Real Española de Fútbol sabía que arriesgaba al poner un entrenador con una personalidad controvertida que no iba a ser bien recibido por parte de la afición y la prensa. Molina y Rubiales pensaron en fútbol, apostaron todas sus fichas al modelo de juego y a la forma de ser del asturiano (sabían de sus 'luisenricadas'). Su apuesta, con el duro contratiempo vital que provocó la ida y vuelta del seleccionador, salió bien y España encara el Mundial en el grupo de favoritas después de hacer semifinales en la Eurocopa y ser subcampeona de la Nations League. Ahora casi todo el mundo se ha subido al barco de Lucho, que ahora hay llamar la Luchoneta, por aquello de la Xavineta y tal (podíamos llamarla Luisenriqueta pero suena mejor Luchoneta). Y aunque haya aplazado para el Mundial su decisión, o no, de renovar con la Selección, los conductores de la Luchoneta siguen siendo Rubiales y Molina, por supuesto.
Luis Enrique dejó claro al llegar su escasa disponibilidad para participar eventos de la RFEF, pero, aunque se sabía, en la zona noble de Las Rozas echan en falta generosidad y mayor implicación del seleccionador para acudir a algún acto, ya sea de un patrocinador, de alguna federación territorial, del comité de entrenadores o de las Leyendas. Y tampoco ha gustado que haya prescindido de su segundo Jesús Casas a unos meses del mundial. Pero eso no quita el apoyo incondicional a su trabajo y si pide un pantallón para poner en el campo de entrenamiento, se pone, y se le facilita todo lo que pide para que no falte de nada para desarrollar su función de entrenador.
Por eso, Rubiales no se impacienta con la renovación de Lucho. La RFEF va muy bien. La Federación española se ha convertido en la segunda federación europea con más ingresos anuales (370 millones de euros) por detrás de la federación inglesa y superando a la alemana. Rubiales quiere que Luis Enrique haga a España campeona del mundo. Y luego, si decide seguir, fenomenal. Y si decide irse, pues todos tan amigos. Y Rubiales, a por el objetivo de ser la federación que más factura, una meta que se marcó conseguir en diez años y que puede lograr en cinco (espera superar los 400 millones de ingresos el próximo año). Mientras tanto, ¡Súbanse a la Luchoneta, por favor! ¡Hay sitio para todos! ¡Aúpa España!