Yo estuve allí

Los antimadridistas no llevan buena vida, como ha confesado, con ingenio en El País, un ilustre vecino de esta esquina. Pasarlo mal es una condena que sufren en la mayoría de las ocasiones. No sé si les compensan las pocas alegrías, la mayoría yendo de Copas, que les dan los blancos. Lo que me parece inaudito es que, siendo conscientes de cómo compite el Madrid en Europa, den por muerto y enterrado al Real Madrid antes de los partidos. Con lo que han vivido, pronosticar su eliminación no es muy recomendable para su estabilidad emocional. Estuve en el Bernabéu en la victoria del Rey de Europa contra ese PSG de dos jugadores que fueron lo que hoy ya no son, con un crack, Mbappé, y con el gran triunfador de los parisinos, Keylor Navas. Una noche mágica, en la que Benzema ratificó su pertenencia al Olimpo de los mejores, nos trajo a la memoria otras en las que tuve la suerte de estar en el estadio de las remontadas. En 1975 contra el Derby County (5-1, con un último gol de Santillana que provocó una gran avalancha -literal- de los socios, que en aquella época abarrotábamos de pie los fondos). La del Anderlecht en 1984, 6-1, con tres goles de Butragueño. Contra el Borussia Moenchengladbach en 1985, un 4-0 (dos de Valdano y dos de Santillana), que remontaba el 5-1 de la ida. Contra el Inter de Milan, 5-1 en 1986, con dos goles de Hugo Sánchez y otros dos de Santillana en la prórroga. El cántabro y Camacho jugaron en esos cuatro partidos.

Vinicius, una de las bazas ofensivas del Madrid.

Tres equipos españoles en cuartos de Champions. El Submarino amarillo contra el Bayern. El Atlético de Madrid, que se está acostumbrando a eliminar a equipos ingleses, contra el City de Guardiola. El Madrid, revancha contra el Chelsea, actual campeón de Champions y, por tanto, favoritos los de Londres; pero siendo la vuelta en el Bernabéu, todo es posible. Ojalá vivamos una semifinal madrileña. De momento a pelear por la Liga, que no está ganada. Teniendo 10 puntos de ventaja sobre el segundo, el Sevilla, es posible que mañana, después del partido contra el Barça, que sigue adelante en la competición para ser el 17º de Europa, un punto sea bueno; pero antes de jugar, y lo mismo piensan los culés, como dijo Luis Aragonés y cuentan que también Di Stéfano, solo vale "ganar, ganar y volver a ganar".