Chelsea: un campeón menos inspirado
Sin el momento de forma del año pasado. Aunque el Chelsea mantiene la base con la que se proclamó campeón de Europa -no se fue ni un solo titular- y encima contrató a un delantero de probado nivel como Romelu Lukaku, las sensaciones que está desprendiendo no son tan sólidas como las de la última temporada, cuando a nivel físico el equipo andaba pletórico y se sentía capaz de arrollar a cualquier rival. Tuchel mantiene la estructura táctica (5-4-1) e incluso ha recuperado la figura del falso nueve viendo que el punta belga no le está dando el resultado esperado, con Havertz ejerciendo de hombre más adelantado. No nos equivoquemos: el equipo no está mal, simplemente ha perdido el aura que le convirtió en indestructible, ese puntito de forma pletórica tan difícil de mantener. Será un rival complicado para el Madrid pero llegará algo peor que en las semifinales pasadas.
El efecto de las sanciones a Abramovich. Es evidente que el momento en el que se encuentra el club es muy atípico. Además de echar de menos el apoyo de la afición en el partido de ida debido a la imposibilidad de vender entradas por la congelación de todas las actividades financieras decretada por el gobierno británico, el equipo puede empezar a sufrir las consecuencias de la incertidumbre que rodea a la institución a todos los niveles. Hasta ahora, es verdad, Tuchel ha dado un paso adelante como líder y ha logrado blindar el vestuario, potenciando la resiliencia del grupo ante los contratiempos. Pero la rumorología sobre el futuro, con la posible venta como asunto principal, va a crecer en las próximas semanas.
El ejemplo de Lille para protegerse. Tuchel sorprendió en Francia alineando a un equipo especialmente conservador. Es verdad que el encuentro estaba condicionado por el 2-0 de la ida, pero su apuesta llamó la atención. Además de apostar por Azpilicueta como carrilero derecho -funcionándole de maravilla, ya que el navarro incluso marcó un gol-, el técnico alemán juntó en el medio a Jorginho, Kovacic y Kanté. Fue una novedad, ya que normalmente son titulares sólo dos de los tres. De esta manera, le quedaron sólo dos piezas en ataque: Pulisic y Havertz. No es descartable que ante el Madrid recurra de nuevo a este esquema si siente que el equipo necesita blindarse para minimizar las virtudes ofensivas de los blancos y ahogar el juego combinativo de Modric y Kroos.
Lukaku: controversia y decepción. El atacante belga llegó por 113 millones tras ser la gran figura del Inter campeón de Italia. Tenía, además, cuentas pendientes en el Chelsea, donde ya estuvo siendo jovencísimo y no pudo triunfar. Parecía una magnífica operación, pero a estas alturas todos parecen arrepentirse. El propio jugador declaró en una entrevista con la prensa italiana que echaba de menos a la escuadra nerazzurra y que no descartaba volver, provocando un gran escándalo que lo mantuvo apartado del equipo durante unos días. Sus cifras están siendo muy discretas: 5 goles en Liga, 2 en FA Cup, 2 en Champions y 2 en el Mundial de Clubes; un total de 11 en el global de la temporada. Hay quien piensa que es una cuestión de encaje: que el equipo estaba diseñado para sorprender con apariciones desde segunda línea de Mount, Pulisic o Havertz, y que no le favorece tanto jugar con un nueve de referencia como Lukaku.