Camavinga: del caos al talento
La vuelta de Camavinga al once suena a prueba para el partidazo ante el PSG y el chico respondió a la apuesta de Ancelotti con entusiasmo, pulmones y un zurdazo espectacular que sirvió para despertar a un equipo que hasta entonces parecía estar pensando en otra cosa. Es cierto que en el arranque del partido se vio al francés descolocado y poco conectado con sus compañeros de línea, pero el gol le dio confianza y acabó muy crecido el encuentro.
Camavinga llegó en verano para ilusionar a una afición ansiosa de caras nuevas pero no deja de ser un futbolista en edad de formación que, además, tiene por delante a tres de los mejores centrocampistas del mundo. El galo no ha venido para tres meses, es una apuesta de futuro que si sigue con su progresión acabará siendo titular indiscutible en el Madrid, pero por el camino tiene que pulir defectos lógicos de la edad y del ansia por triunfar.
Tiene tanta fuerza y poderío físico que muchas veces corre demasiado y sin orden; pierde pelotas en sitios peligrosos y tácticamente necesita mejorar. Pero posee un aura de futbolista divertido, de los que adora la afición porque derrocha calidad y entusiasmo. Ancelotti, a pesar de algunos agoreros, le está midiendo los tiempos para protegerle y prepararle de cara a envites mayores. El miércoles le puede llegar su primera gran oportunidad en el mejor escenario y ante un gran rival y Camavinga tiene la oportunidad de demostrarle al mundo que su periodo de aprendizaje va por buen camino y que el trabajo bien hecho siempre termina por dar frutos...