El culpable de siempre

Llevo cuatro días con la pluma irritada, con unas ganas tremendas de aliviar el enfado que llevo dentro. Tengo suerte, el Diario AS me permite escribir en sus páginas dos veces a la semana y no conozco mejor terapia que esta modesta columna. Dijo Xavi Hernández el jueves después del empate del Barça frente al Nápoles: "La verdad es que hace seis años dejé un Camp Nou diferente". Sin embargo, hay cosas que no cambian en el fútbol español y más concretamente en el Madrid. Hablo de este reflejo pavloviano de culpar, atacar, por no decir destrozar, al entrenador cada vez que surge un resultado adverso. La campaña en contra de Carlo Ancelotti empezó nada más acabar el partido en París el pasado martes, después de que Kylian Mbappé anotase el único gol del encuentro. Sí, un gol. No estamos lamentando una manita en contra sino una simple derrota en el tiempo añadido que deja al Madrid una evidente posibilidad de clasificarse.

El equipo blanco sufrió, es cierto, pero contra un club que posee ahora mismo muchos más recursos. Solo hay que recordar que el primer cambio del Madrid fue la entrada de Lucas Vázquez, mientras que el PSG puso en el césped a… ¡Neymar! La plantilla parisina es enormemente superior a la madridista y quien no es capaz de reconocerlo carece de conocimientos o de honestidad. Ancelotti hizo ante el PSG lo que pudo con lo que tenía. Esa es la realidad.