La Copa del Clásico
Este jueves arranca la Copa del Rey de basket, un torneo de enorme atractivo gracias a un formato que, dentro de la cancha, no permite ninguna relajación, porque el perdedor hace las maletas, y que, fuera de ella, reúne en convivencia a ocho aficiones y desarrolla actividades paralelas. La Copa ACB es, también, una puerta a las sorpresas. Al menos, en teoría. La práctica luego es otra cosa, porque en las 12 últimas ediciones han vencido el Real Madrid o el Barcelona, seis cada uno. El Baskonia, en 2009, y el Joventut, en 2008, fueron los últimos campeones de otro color. Además, ocho de esa docena de finales han deparado un Clásico. Sólo el Valencia, dos veces, el Gran Canaria y el Unicaja se han entrometido en su pulso. El cuadro de 2022 apunta a otro Barça-Madrid por el título. O no.
El equipo azulgrana, que debutará el viernes ante el Manresa, llega lanzado a la Copa, después de su contundente victoria ante su eterno rival, el pasado viernes, que remata un balance de 9-3 de Jasikevicius frente a su colega Laso. Y eso sin su estrella Higgins, que ha pasado por el quirófano. En contraposición se encuentra un titubeante Madrid, que abre este jueves frente al Breogán, la revelación, con una renqueante racha de cinco derrotas en sus últimos diez choques. Los blancos pasan por el momento más delicado de una temporada que arrancó como un cohete. La grave lesión de Alocén ha hurgado más en la herida de un equipo que no suele rendirse con facilidad. Ahora hay que ver qué Madrid asoma en Granada, si se acentúa el bache o si, por el contrario, sirve de reactivo. Los de Laso suelen sacar el orgullo en los tramos más oscuros. Este mismo curso, con un equipo en cuadro completado con juveniles, logró un gran triunfo ante el CSKA. Ese es el espíritu para afrontar esta fase final donde ningún rival, no sólo el Barça, va a regalar nada. Esto es la Copa.