El Madrid acentúa el bache
Cuando Pablo Laso pidió un tiempo muerto a los cinco minutos de juego con 2-17 en el marcador y con 12 puntos de su ex Laprovittola, el mismo que no le valía para su plantilla, ya se intuía que el Real Madrid no iba a pasar una buena noche. Aún quedaba partido, claro, pero la cosa no se enmendó: 68-86 (31-52 al descanso). Los fantasmas de los últimos choques, cuatro derrotas en ocho encuentros que ahora son cinco en nueve, sobrevolaron por el WiZink Center, donde Sarunas Jasikevicius ya exhibe un 0-6 de balance (9-3 en el total) ante su colega Laso. Este Barça le tiene tomada la medida al Madrid. Esa es la verdad. Y este viernes hurgó en la herida de su eterno rival, que se muestra físicamente fundido, en su tercera semana con tres partidos, casi uno cada 48 horas.
Nada de esto se auguraba hace menos de un mes, cuando el Madrid pisaba firme en la Euroliga y en la Liga Endesa. La llegada de Gaby Deck parecía apuntalar un superequipo, pero sólo tres días después de su debut hubo un punto de inflexión: el Barça, que venía con la inercia contraria, cuatro derrotas en cinco partidos, obtuvo una solvente victoria en el Palacio. Ahí empezó el cambio de tendencia, una sangría que no remite. Es verdad que el Madrid colecciona lesionados, pero el Barça también jugó sin Higgins, Abrines y Oriola. Y que es un exceso afrontar tres partidos por semana, aunque para eso dispone también de una plantilla amplia y de un presupuesto puntero en Europa.
El Madrid no pasa por un buen momento, eso es una evidencia, a menos de una semana de la Copa del Rey. Aunque no es menos cierto que en la segunda parte maquilló la imagen, con un imponente Tavares. Y que no tiene nada perdido. De hecho, ceder el liderato en la Euroliga sirve de poco, más allá de la honrilla en juego en un Clásico, porque aquí, al contrario que en la ACB, los cuatro primeros mantienen el factor cancha en los cruces. El bache se acentúa, sin duda… Pero hay margen todavía para salir.