Betis y Sevilla renuevan su encono
El nombramiento de Medina Cantalejo como jefe de los árbitros puso las orejas tiesas a todos los béticos, que le atribuyen inclinación sevillista. Alguno hasta me auguró problemas para el Madrid en LaLiga, puesto que el Sevilla es el segundo. El mal arbitraje de Muñiz Ruiz & Estrada Fernández en el Rayo-Betis alimentó esa fobia y provocó amenazas a la familia de Medina, con denuncias de éste ridiculizadas enseguida desde círculos béticos. Con esos antecedentes, el fondo ultra fue al derbi muy mal predispuesto y aquella emotividad negativa rompió en el lanzamiento del asta de PVC de una bandera que atinó en la cabeza de Jordán.
Lo que siguió fue un fatal encadenamiento de hechos que se han traducido en un agravio mutuo cargado de imputaciones cruzadas que han alcanzado incluso a los dos entrenadores, forasteros ambos. Todo bético considera que Jordán hizo cuento instigado por Lopetegui a fin de buscar una clasificación tramposa. Todo sevillista considera intolerable que se traslade la acusación a la víctima, que permanecía en observación el domingo mientras se completaba el partido, pero que ayer ya se entrenó. Ahora el Betis espera y teme una sanción que tendrá y merecerá, y el Sevilla está eliminado de la Copa por su enemigo íntimo. Ambos se consideran agraviados.
Ayer fue por fin detenido el lanzador, sobre el que el Betis había deslizado la extravagante especie de que el asta salió escupida porque se rompió la bandera. Resultó ser un tipo con muy feos antecedentes, como abundan en esos fondos. Entretanto llueven tuits, memes, burlas y acusaciones cruzadas no sólo de particulares, sino de los propios medios de los clubes. Por desgracia, en Sevilla queda un rescoldo de la vieja barbarie de nuestro fútbol que ahora se ha reavivado provocando un agravio mutuo del rango de los mayores del pasado. Y en mes y medio nos espera otro derbi, éste en el Pizjuán…