En proceso de recuperar la fe en Cristo
Fue elegir Pacheta a Cristo para sustituir a Gonzalo Plata y mi fe se vino abajo. Reconozco que no me gustó el cambio, yo no creía en Cristo. Y cuidado, no diré que antes era ateo, pero ahora creo, porque a pesar de todo, incluso de ese maravilloso gol, sigo siendo un poco agnóstico. El canario no me dio motivos para creer tras las oportunidades que le brindó el entrenador en partidos anteriores. Bajo mi punto de vista no hizo más méritos que otros futbolistas del Real Valladolid para disfrutar de esos minutos que le concedió el entrenador. Me dolió que Víctor Narro, después del gran partido que hizo en Copa ante el Betis, no tuviera esa 'chance'. Pero seguro que Pacheta vio algo distinto, y chapó por él, le salió muy bien.
Tremendo chicharro del chicharrero, un gol espectacular, destapando el tarro de la esencia y maravillando al estadio, a una afición que levantó los brazos al cielo y entonó al unísono su nombre como un canto de alabanza. Nadie puede poner en duda su calidad, y de hecho esa es su principal virtud. Pero quizás en otros aspectos del juego a Cristo aún le queda mucho por aprender, mejorar y demostrar.
Igual es una impresión mía y estoy equivocado, pero a veces le sentí un poco indolente y apático. Dos goles en 495 minutos es un balance exiguo para un delantero que vive de este tipo chispazos. Son los mismos goles que lleva Sergio León, pero en cambio da la sensación de que el cordobés le ofrece más cosas al Real Valladolid. Por eso digo que aún estoy en ese proceso de recuperar la fe en Cristo. Hasta que el canario no dé ese pasito al frente, será difícil que pueda discutirle el puesto Sergio León, o Weissman. Puede ser una bala de plata en la recámara de Pacheta formidable. Pero me fastidia porque con un poquito más, por su tremenda calidad, podría ser de oro. El caso es que está en sus manos, en su cabeza y en su mentalidad. Y sí, este es un artículo quizás un poco crítico hacia un jugador que nos ha dado tres puntos, pero tiene un ánimo claro... y es que me gustaría ver un poquito más de ti, para terminar de recuperar la fe en Cristo.