Ocampos y la hora de Monchi
El Sevilla se agarra a LaLiga con todo. Lo hace sin su mejor versión de juego. Sin muchos de sus jugadores más diferenciales. Pero con un carácter ganador que también supo esquivar la trampa de Cádiz. Ese ímpetu reflejado en la fortaleza de Ocampos o la calma de Papu Gómez tiene al conjunto nervionense en la segunda plaza liguera a cinco puntos del Real Madrid y un partido menos en su cuenta. Y en el Sevilla nunca hubo imposibles. En el Nuevo Mirandilla bastaron algunas pinceladas de Jordán, la garra de Acuña y la terrible vena competitiva de Lucas Ocampos. Siempre presente. Siempre decisivo en sus apariciones.
A este Sevilla le faltan muchas piezas. Algunas de ellas como Lamela y Suso estarán fuera por más tiempo. En Nesyri se marcha junto a Bono y Munir a la Copa de África. El COVID castiga y en el once de Lopetegui apareció de nuevo el canterano Iván Romero para pelearlo todo. La magia de Lopetegui resulta de halagar. Pero muchos focos apuntan ya a Monchi como baza diferencial a la hora de que su equipo dé un salto más en este mercado de invierno. El técnico espera que el gaditano le entregue una baza de refuerzo para su ataque al tiempo que mantiene enchufados a todo su plantel. Figuras y secundarios. En Cádiz llegó la enésima muestra de fiabilidad. Y a esta fórmula Monchi quiere añadirle otro suspiro de esperanza.