Un recorrido 'made in Vuelta'

La Vuelta se coló este jueves en el calendario de las galas prenavideñas para celebrar la presentación del recorrido de 2022, su particular fiesta anual, un punto de reunión para el ciclismo español. El acto volvió a estar condicionado por el crecimiento de la pandemia, como todo lo que sucede últimamente a nuestro alrededor, el deporte es un reflejo del resto de la sociedad, pero la lejana perspectiva de su disputa, el próximo verano, del 19 de agosto al 11 de septiembre, empuja a pensar que los Países Bajos sí lanzarán en esta ocasión una carrera que ya tenía prevista en el 2020. Desde allí desembarcará en el País Vasco, igual que entonces, y a partir de ese momento desglosará un trazado ‘made in Vuelta’, con las tres semanas salpicadas de llegadas en alto, de diferente índole, y de sorpresas inéditas.

La Vuelta 2022 lleva el sello de denominación de origen. Un total de nueve metas en alto, tres en cada semana de competición. Cinco son nuevos descubrimientos de la organización: Pico Jano, Colláu Fancuaya, Monasterio de Tentudía, Piornal y la innovadora prolongación de Peñas Blancas. En esta edición no habrá ni Angliru ni Lagos, las dos subidas más emblemáticas, pero su ausencia debería compensarse con estas novedades, y con otras metas conocidas como Les Praeres, Pandera y Sierra Nevada, y un clasicazo por los Puertos de Guadarrama en el penúltimo día. Los kilómetros de contrarreloj individual se limitan a 31, al principio de la segunda semana, entre Elche y Alicante, adaptados a la discutible modernidad de las tres grandes. La media montaña también está presente, por ejemplo en Euskadi. En general, el recorrido es apto para una Vuelta entretenida. Si acaso falta una gran etapa, ese gran encadenado que otras veces disfrutamos en Asturias o Andorra, esa jornada que todos señalaríamos, en consenso, como la etapa reina. ¿Podría ser el Piornal?