¿Y ahora qué?
El Barcelona no cumplió frente el Benfica y se la jugó contra su verdugo más humillante, el Bayern de Múnich. Eso sí, el Barça dependía de sí mismo para ser segundo pero en esta ocasión no estaba Messi. Tanto con público como si no, era casi una misión imposible ganar este partido. Aunque tuviéramos en cuenta las derrotas del Bayern en la Bundesliga y su complicada victoria ante el Dinamo de Kiev en Champions. Por eso, Xavi quitó importancia a que 75 mil fans no pudieran animar al contrario y presionar al árbitro. Tal vez le vino bien la frase de Marcelo Bielsa: "La necesidad mueve más que la abundancia" para atreverse a soñar después de saber que iba a tener delante a un equipazo con un Müller, como el jugador que más goles le ha marcado al Barça en la historia de la Champions, y a un Lewandowski picado que se quedó con ganas de demostrar que merecía el Balón de Oro.
En el fútbol nunca se sabe pero las dinámicas marcan la trayectoria de un equipo y en el Barça, ya lo vimos el día del Betis y aunque Xavi se empeñe en que el soci se sienta orgulloso, no hay brotes verdes y queda claro que no era del todo un problema de entrenador. Pasó lo que tenía que pasar y ahora los culés tienen tres millones de euros menos y son equipo de Europa League. Hace 19 años que el Barça no juega esta competición. Tanto que no se llamaba así. Era conocida como la Copa de la UEFA. La última vez que la disputó fue en la temporada 2003-2004 con Frank Rijkaard en el banquillo cayendo en octavos frente al Celtic. Y lo peor, nunca ha llegado a la final de esta competición.
Más allá del desprestigio y la devaluación del club, está la parte económica. El Barça va a perder unos 20 millones de euros, sabiendo que por cada partido que ganen en la UEL recibirán no más de 630.000 euros, mientras que Madrid y Atlético obtendrán 2,8 millones por cada partido que ganen. Y ya sin pensar que por llegar a semifinales en la capital recibirán 12, 5 millones y si el Barça lo consigue solo 2,8. Ni ganando la Europa League conseguirían limar un poquito las pérdidas.
No vayamos a suponer que entrar en los dieciseisavos de final de la Europa League le dará un título al Barça, le meterá en Champions y compensará las pérdidas económicas de este nefasto año. Ganar la Europa League no es nada fácil, aunque sea la única motivación que tengan de jugar en Europa la temporada que viene.
Ahora solo le queda al club azulgrana la ilusión de saber cómo terminará la importantísima Asamblea de LaLiga de mañana para conocer si sigue adelante el acuerdo millonario entre Tebas-CVC o todos los maltratados, Barça, Real Madrid y Athletic Club de Bilbao, se salen con la suya, consiguen lanzar su 'Proyecto Sostenible' y Laporta puede fichar a Haaland. Después de todo, como dijo Buenafuente: "El dinero no sirve para nada, pero si te caes te amortigua".