Ana Peleteiro, la excelencia de una saltadora sin filtros
Ana Peleteiro no tiene filtros. Si piensa algo, lo dice. El qué dirán no entra en la ecuación. "Soy así por mi abuela", admite la triplista gallega. Antes de los Juegos de Tokio, cada vez que tenía un altavoz delante decía sin dudar: "Claro que puedo ganar una medalla".
Las cifras eran más cuestionables, llegaba con la novena mejor marca (14,61). "Luego hay que estar ahí, en una final", reivindicaba. Y ese es su hábitat, las grandes competiciones. Peleteiro se vuelve ahí inmensa. En Japón hizo su récord (14,87) y redujo a nada a la jamaicana Ricketts. Un bronce valiosísimo. Van cinco grandes medallas.
Peleteiro apareció en Madres Paralelas de Almodóvar y sale con frecuencia en televisión. En El Hormiguero, en la TVG, en El Desafío, un show de varias semanas que transcurrió en pleno año olímpico. En privado, algunas voces cuestionaron que pudiera estar al 100% en el prime time y en los entrenamientos. "Esa rabia me alimenta", recuerda. Respondió con medallas.
El jueves cumplió 26. Peleteiro es joven, pero ha vivido todo. El éxito prematuro, la caída hasta casi rozar la desaparición, el resurgir y, ahora, la excelencia. Cada día ve a Yulimar, que le recuerda que no puede descuidarse. Ana no lo hace. Va a galas, es viral en TikTok y lleva vida de celebrity. También entrena mejor que nunca. El bronce olímpico es su joya. Quedan más páginas por escribir.