La deuda de Pellegrini en las alturas

Perdió ante el Real Madrid. Cayó goleado en el Wanda Metropolitano. Recibió un duro correctivo en Leverkusen. Y cedió con claridad el derbi ante el Sevilla del Benito Villamarín. El Betis suma demasiadas cuentas pendientes ante los grandes. No fue capaz de sonreír en ninguna de estas citas y acude al Camp Nou con cierto sentimiento de necesidad. No tiene Pellegrini mucho que demostrar. Tiene al equipo en una zona de privilegio de esta Liga y avanza rondas en las primeras tomas de contacto de Europa League y Copa del Rey. Pero este Betis no quiere ser un mero invitado en las fiestas de los mayores. No quiere servir champán sino probarlo. Y el plan del Ingeniero Pellegrini será el mismo que sí consigue triunfar en escenarios menores. ¿Está capacitado su plantel para dar un salto cualitativo frente a los grandes? Querrá hacerlo con algunas armas efectivas. Aunque probablemente sin balón. Y es ahí cuando la receta bética encuentra problemáticas.

La gloria buscada parece más inalcanzable sin Nabil Fekir sobre el césped, pero Pellegrini confía en que el momento de euforia de los suyos y la ausencia de cierta presión sean alicientes suficientes. Tiene a Canales, que sabe reinar en batallas de ida y vuelta. También a Guido, preciso en su afán por desvertebrar las construcciones enemigas. Juanmi pretende tumbar la casualidad como hizo hace seis años. Y el Betis creer. Por mucho que siga teniendo demasiados miedos.