Conozco a Alexia desde que tiene catorce años. Y si ayer fue el día más feliz de su vida deportiva, puedo afirmar que también es uno de mis grandes días felices. Uno de esos días que siento orgullo de que el fútbol sea parte tan importante de nuestras vidas.

Alexia es una de las capitanas de nuestra Selección española, pero es mucho más. No vamos a descubrir sus regates, su visión de juego, sus capacidades de mando, su golpeo único, su gol... Todo nos lo muestra a diario, en cada entrenamiento, en cada partido de fútbol.

Alexia es respeto, es serenidad, es seriedad, es confianza, es ambición, es el dibujo perfecto de la futbolista que queremos en España. El Balón de Oro ha hecho justicia con el futbolista español. Y hoy, con el reflejo del oro en nuestra pupilas, creo que ya podemos decir bien alto que las niñas deportistas pueden soñar con ser Alexia. Ese es su gran éxito. ¡Enhorabuena!