Teresa, la sonrisa de Olimpia
A los nueve años cogió su primera pala en Aldán y nueve después estaba en Sidney en una competición al alcance de pocos: los Juegos. Muchos se dan por satisfechos con esa meta, algunos perseveran para regresar y luego... luego está Teresa Portela. La gallega es la única deportista española que los ha disputado seis veces. Veinte años entre aguas en una constante superación a la que le faltaba la presea olímpica. Con el inexorable reloj de la edad como un rival más llegó a Tokio. Fue en 2021, porque el dios Chronos y la pandemia estiraron un poco más la cuerda, pero no lo suficiente para que Teresa, con 39 años, se colgase una medalla de plata con sabor a cielo.
En la mitología griega todo héroe tiene una parte divina y otra humana, y ahí es donde Teresa se hace aún más grande. De Juegos a Juegos fue madre, el mayor reto para toda mujer deportista. Naira tiene hoy siete años y, sin duda, fue la que dio la última palada en Tokio. Entre piraguas y maternidad, esta indomable competidora ha tenido tiempo para diplomarse en Educación Física y Fisioterapia. Todo, con una eterna sonrisa que solo se rompió en desconsolado llanto con el cuarto puesto de Londres. Su mente y cuerpo miran ya fijamente a 2024 y aunque Chronos enfurezca, apuesten a que la sonrisa de Olimpia estará en París.