Lo hace con tanta naturalidad que parece fácil. Vinicius aparecerá en todas las portadas y Courtois será objeto de los mayores elogios... Pero fue Ancelotti, una vez más, el que abrió una autopista para el Madrid. Él cambio el partido con el doble cambio de Camavinga y Valverde, entendiendo que el resultado caería del lado del que ganara el centro del campo cuando las fuerzas empezaran a fallar.

Ancelotti no va a desperciciar esta segunda oportunidad que le ha dado la vida para disfrutar de su amado Madrid. Al principio de campaña detectó lo que necesitaba una plantilla que ha venido siendo descapitalizada en los últimos años por las necesidades del guion (y de la pandemia). Luego, ha fijado una idea de juego y apostado por los mismos hombres. Y como se vio ayer, el técnico también juega los partidos... No se puede pedir más. De 10.

El técnico italiano sabe incluso cuidar los detalles de un vestuario tan complicado como el del Madrid. Y no para de reforzar a Vinicius en su confianza. Para muchos pasó desapercibido lo que hizo cambiando al extremo en el 87' por todo un Hazard en el encuentro ante el Elche, en el que el brasileño se salió. No fue para perder tiempo. Fue un cambio simbólico, una especie de escenificación de lo que está ocurriendo con estos dos jugadores. Ante el Sevilla, esta vez en el Bernabéu, lo quitó en el descuento para que se llevara la gran ovación del respetable... Es Ancelotti, también, quien ha conseguido sacar lo mejor de Vinicius.