El Madrid sí que tiene memoria

Esta frase vuelve de forma insistente en los labios de los que viven del y para el deporte más famoso y querido del mundo. "El fútbol no tiene memoria", reconocen con tristeza y pragmatismo los profesionales de este mundillo tan lleno de rencores y bajezas como de cariño y de glorias. Todo es cierto. Sin embargo existen clubes que se han construido sobre valores tan fuertes y tan identificados que conservan en el tiempo una filosofía, un saber estar que les diferencia de los demás. Dichos clubes, y no me parece una casualidad, suelen ser los más grandes y los más ganadores.

Las palabras de sincero agradecimiento de Florentino Pérez, ayer durante su discurso ante la asamblea general ordinaria, dirigidas a Zinedine Zidane, Sergio Ramos y Raphaël Varane demuestran una vez más que el Madrid es uno de ellos. Si, el pasado verano, la salida del central francés se hizo de mutuo acuerdo sin ninguna aspereza sabemos muy bien que no fue lo mismo con el entrenador de las tres Champions League seguidas ni con el emblemático capitán. En el deporte como en la vida las historias de amor suelen acabar mal. Pero, más allá de las crisis y de las rupturas, lo que cuenta en definitiva es proteger lo vivido, no manchar lo bonito construido juntos a lo largo de los años. Gracias a la delicadeza de su presidente la camiseta del Real Madrid sigue siendo inmaculada.