España está a punto de clasificarse para el Mundial de Qatar. Un empate ante Suecia le sirve para sacarse el billete directo a su décimo segunda copa del mundo consecutiva. Desde Argentina 78 no falla en ningún Mundial, por eso lo de no clasificarse para no entra en la cabeza de los aficionados españoles, por más que el fútbol esté cada vez más igualado, con el claro ejemplo de que Holanda y la tetracampeona Italia se quedaron fuera de Rusia 2018.

España sabe que Suecia viene herida de Georgia y apurará sus opciones para evitar la repesca y que no se debe descuidar porque Ibrahimovic, Isak y compañía son un peligro. La Selección de Luis Enrique no irá a por el empate, saldrá a ganar y a someter al rival con su juego de posición y posesión como hace en todos los partidos. La idea es contagiar con su fútbol a la entusiasta afición sevillana que tiene ganas de fiesta y alegrías y vivir una noche mágica en La Cartuja.

España necesita una alegría. Y el mejor sitio para disfrutar es en Sevilla y con su gente. Luis Enrique ha recordado que uno de los partidos con mejor ambiente que jugó en su dilatada y exitosa carrera de futbolista fue el que sirvió para clasificar a la Selección al Mundial 94. Fue en 1993 y también en Sevilla, aquella vez en el Sánchez Pizjuán, ante Dinamarca. El seleccionador quiere que se repita aquel ambientazo. Quiere que La Cartuja sea una fiesta. España está con ganas de fiesta.