Emery y el maquillaje de Halloween
El resultado de Mestalla, siendo duro, es casi lo de menos para el Villarreal. Aunque algunos se empeñen en ver similitudes con aquel trasatlántico del último descenso, esto acaba de empezar y, desde este mismo fin de semana, tendrá una hora más para reaccionar y dejar de mirar la tabla con vértigo. El verdadero problema son las sensaciones y consecuencias post derbi ante el Valencia más ramplón que se recuerda. Emery pensaba que tenía algo más de banquillo para afrontar las tres competiciones con la ilusión de dar otra sorpresa. Pero en la que fue su casa se confirmó que Mandi ya no es el único que ha perdido la condición de relevo de garantías.
Estupiñán, Coquelin y Moi volvieron a tropezar de mala manera. A Aurier al menos habrá que concederle el margen de la duda: cien días de tregua, como a los políticos, y ni uno más. El único que tiene algo que sumar, porque fútbol le sobra, es Moi. Aunque sigue estando 16º en la pole y a pesar de que contribuyera grotescamente al gol de Guillamón. Ahora el míster ya sabe lo que tiene para lo que se avecina. Que no es poco. O al lateral izquierdo le pone de una vez el nombre de Alfonso Pedraza o ese costado será constantemente como un carril en obras: lleno de baches y congestionado. En medio campo tendrá que atreverse a apostar por Rubén Peña y Raba en la ecuación de las rotaciones. Siempre que salen, aportan. Algo que no todos los que gozan de ese privilegio pueden decir. Y arriba, pues convendría jugar siempre con nueve. Los extremos sin referente están condenados a sufrir. Sin Gerard, unas veces Dia con sus galopadas y desmarques, y otras Alcácer con su inteligencia y oportunismo. Empezar con los dos en el banquillo fue un extraño sacrilegio.
Insistir en experimentos fallidos repercutirá antes o después en el crédito de Emery. Y la Champions asoma sin piedad a la vuelta de la esquina… Más que sumar a nuevos jugadores de refresco a la causa, de una forma inteligente, está restando confianza a algunos de los que llevaban los galones (Trigueros, Alcácer...). Donde él ve a Mandi, Estupiñán y Coquelin como tres alternativas de renombre disponibles para batallas de tronío, cualquiera que siga al Villarreal sabe que, ahora mismo, se les ha puesto cara de Funes Mori, Cáseres y Afif respectivamente. Y eso no lo remedia ni el mejor maquillaje de Halloween.