El delicioso pragmatismo de Carletto

Todas las formas de jugar al fútbol son legítimas cuando se respetan las reglas y que el objetivo es ganar. En este fútbol moderno dónde abundan los técnicos 'filósofos', los que presumen de reinventar este deporte (dónde todo se ha inventado, seamos honestos), los que trabajan más su comunicación pública que sus partidos y sus entrenamientos, los que reivindican su dogmatismo, el pragmatismo de Carlo Ancelotti me parece tan sano como delicioso. La victoria muy lógica del Madrid en el Camp Nou (en un clásico de bajo nivel debido sobre todo a la triste debilidad del Barça) se la tenemos que apuntar en gran medida al míster italiano. 'Carletto' ha construido su táctica sobre la seriedad defensiva y la brillante capacidad de su equipo de montar y acabar las contras. No hacía falta más para dominar al club catalán y Ancelotti lo sabía mejor que nadie.

Sí, todas las formas de jugar al fútbol son legítimas y una contra puede ser tan bonita y laudable como un gol marcado después de treinta pases. Todavía recordamos la contra perfecta que supuso el tercer gol en Múnich (Benzema para Bale y Bale para Cristiano) en aquella semifinal histórica cuando 'Carletto' le dio una clase magistral a Guardiola. El primer contragolpe victorioso del Clásico, con gol espléndido de Alaba, se acercó a esta perfección y definió el destino del encuentro. "Nos gusta tener el balón, jugar bien y si hay posibilidad de utilizar la contra también, porque es la manera más sencilla de marcar goles", dijo claramente Ancelotti en la previa del partido. La belleza se esconde muchas veces en la sencillez. Y el triunfo se encuentra casi siempre en el pragmatismo.