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Paula Badosa ya está arriba

Paula Badosa disputó este domingo, ya metidos en lunes en horario español, su primera gran final en el circuito profesional. Y lo hizo con un formidable triunfo en un escenario ilustre, Indian Wells, un prestigioso campeonato considerado simbólicamente como el quinto Grand Slam, en fiera lucha contra una histórica, Victoria Azarenka.

Antes del aterrizaje de Badosa en la élite, cuatro tenistas españolas habían logrado títulos en torneos de la categoría WTA 1.000 o equivalentes, el siguiente escalón a los cuatro grandes. Fueron Conchita Martínez, en nueve ocasiones; Arantxa Sánchez Vicario, en seis; Garbiñe Muguruza, en tres, y María José Martínez, en su impresionante fogonazo en Roma 2010. Las tres primeras de esta relación también coleccionan coronas del Grand Slam en su palmarés. Y dos de ellas, Arantxa y Garbiñe, se auparon como números uno del mundo. Carla Suárez no llegó a levantar ningún trofeo de este nivel, pero jugó dos finales, Miami y Roma, y ocupó la sexta plaza de la WTA. Badosa tiene aquí varios espejos en los que mirarse. La historia reciente, y también vigente, del tenis femenino español. Referentes.

Los antecedentes ayudan a situar el alcance de los resultados, pero realmente sirven de poco en la carrera de los deportistas, obligados a labrar su propio camino, a vivir sus experiencias… No sabemos si Paula será en un futuro una tenista de la dimensión de Arantxa, Conchita o Garbiñe. Lo que sí conocemos es que, a sus 23 años, tiene un firme presente y una enorme proyección. Y no sólo por esta brillante actuación en California, el primer título de una jugadora española en Indian Wells, sino por su mejora constante, que le ha llevado a ganar en la temporada actual a cinco jugadoras del top-10, entre ellas a la líder, Ashleigh Barty. La española juega ya en las ligas mayores. Se ha metido arriba, en lo más alto, 13ª del mundo y octava del año. Todavía puede entrar incluso en las WTA Finals. Y eso es muy importante en un circuito como el femenino, donde la igualdad y la competencia son más grandes que nunca. De ella depende ahora la altura del listón.