Fabio Cannavaro está de vuelta en Italia. El exmadridista ha dejado el Guangzhou con ánimo de ponerse al frente de un equipo europeo.

El entrenador está sin duda en un inmejorable estado físico y mental. Gracias a la práctica de varias disciplinas deportivas, Fabio mantiene tanto la sonrisa como la percha que le caracterizaba en su etapa como jugador merengue.

Hemos descubierto uno de sus secretos de la ‘eterna juventud’. Nada complejo: tiene dos ruedas y se llama bicicleta pero es la mejor aliada de Cannavaro.

Pura pasión

Llueva, nieve o truene. El técnico de equipos como Al-Ahli o Al-Nassr no acepta ninguna excusa para no subirse a la bici. La cara del italiano lo dice todo: felicidad y pasión al cien por cien.

El exdefensa consiguió hacer amigos para salir en grupo incluso en Cantón. Una ciudad que el de Nápoles ya ha abandonado, según él mismo ha contado un grupo de periodistas en su ciudad natal, no por motivos económicos.

"Quise volver a casa, en mi ciudad. Ha llegado el tiempo de pensar en mi familia y renuncié, por eso, a 15 meses de sueldo", afirmó.

El ganador de un Balón de Oro se toma muy en serio sus rutas. Ataviado como todo un ciclista profesional, siempre intenta ponerse retos y superarlos.

Otros deportes

Además de las dos ruedas, a Fabio también le gustan otros deportes como por ejemplo esquiar o hacer Paddle Surf.

Tal y como podemos ver en las fotos subidas en su cuenta de Instagram, el napolitano mantiene una excelente forma física a sus 48 años.

Siempre fútbol

El italiano es el prototipo de futbolista a la antigua usanza. Viste chándal cuando trabaja, ama el fútbol desde su infancia y lo siente en su corazón.

"En mi cabeza siempre estuvo ser un jugador de fútbol, ganar, eso es importante. Yo sólo miraba el fútbol, el resto no me importaba nada", contaba a la prensa en 2006. 15 años más tarde mantiene el mismo amor por la pelota y por el deporte en general.