Hazard continúa en 'modo off'
Antes de que el despelote táctico de Carletto dejara al Madrid a merced del Sheriff, Hazard había desaprovechado la enésima ocasión de intentar acercarse minimamente al futbolista que llegó del Chelsea y por el que Florentino pagó más de 100 kilos. Es cierto que no se movió mal y que buscó constantemente la asociación con Benzema, pero bastaron un par de acciones duras de los defensas moldavos para que volviera a aparecer el jugador timorato, de pase facilito y hacia atrás en el que se ha convertido el belga.
Ante un público que le sigue teniendo cierta fe, Edén firmó su enésimo petardazo desesperando al personal. Las pocas veces que se atreve a encarar no se decide a disparar y cuando van pasando los minutos su juego se convierte en un trote intrascendente que piensa más en evitar una falta dura que en producir algo positivo para sus compañeros.
Físicamente parece más a tono -no era dificil-, pero da la sensación de que la cabeza va por un lado y el cuerpo por otro. Y lo que es peor, no se le ve incómodo en el papel secundario al que parece abocado a no ser que cambie radicalmente su rendimiento. Incluso cuando Ancelotti habla del tema no se le nota con demasiada confianza en que Hazard sea capaz de revertir la situación. La situación es complicada para el club porque ver al belga en el banquillo jornada tras jornada chirría,porque cobra un pastizal y porque su valoración baja cada vez que aparece en el terreno de juego.
Si la cara es el espejo del alma, al belga se le ha borrado la sonrisa desde hace mucho tiempo y parece que cada vez que pisa el verde lo hace con angustia y sin ninguna confianza. La calidad la sigue teniendo, pero con eso ahora no le da ni para ser importante ante el equipo más humilde de la Champions que supo desconectarle sin hacer nada del otro mundo...