Un paso atrás sólo para tomar impulso

El tropiezo es importante, pero había colchón. La victoria ante el Inter en San Siro, en la primera jornada, y el empate entre Shakhtar e Inter en la segunda, deja al equipo de Ancelotti en una buena posición. No hay peligro. Pero sí la necesidad de encontrar enseñanzas positivas en este partido tan loco en el que el Madrid terminó haciendo 31 remates para no poder ganar.

La primera y más importante es que hay jugadores suficientes en la plantilla como para no andar haciendo cosas extrañas. El Madrid terminó sumido en el caos, jugando precipitadamente, con los cuatro cambios de golpe y con Valverde y Camavinga jugando de laterales. Antes de eso, el uruguayo jugó una vez más en la media, pegado a la banda, y ahí sigue sin encontrarse. Ancelotti se ha olvidado de Lucas Vázquez. Y deslumbrado por Camavinga, también de Isco. Ayer, hasta de Asensio... La situación exigía cambiar el plan sobre la marcha, no seguir con el preestablecido.

Son dos tropiezos seguidos, el empate ante el Villarreal y esta derrota histórica contra todo pronóstico en el Bernabéu ante el desconocido Sheriff. Pero el Madrid no puede dejar que se desinfle la burbuja antes del próximo parón de selecciones (sólo queda Espanyol, el domingo). Hay tiempo suficiente para reordenarse y aplicar la lógica. Del caos no siempre se sale indemne.