Ancelotti tiene que resolver la papeleta más difícil del Madrid

Ancelotti está convirtiendo cada una de sus ruedas de Prensa previas a los partidos en una lección de entrenador. Hace poco nos dejó una perla cuando desveló que, en el fútbol actual, el tiempo medio por partido que cada futbolista tiene el balón en sus pies es de un minuto y medio. "¿Qué hace los 88 minutos y medio restantes?", lanzó con ironía al aire. "¿Mirar el partido?". Como el propio Ancelotti ya ha explicado, la última revolución en el fútbol no ha sido táctica, sino física. Ahora se juega más enérgico no sólo con el balón en los pies, sobre todo, sin él.

Y en ese difícil cambio de estilo en el juego que pretende para el Madrid anda sumido el bueno de Carletto, que maneja un imponente Ferrari blanco en el que el motor de siempre, Modric y Kroos, tiene tantos kilómetros encima (más allá de los éxitos históricos) que urge de una profunda revisión. Hay piezas de recambio de garantías, ahí es donde Valverde y Camavinga tienen que dar un paso adelante...

Habrá que acostumbrarse a ver un Madrid diferente. Uno más vertical y dinámico, de más músculo (no necesariamente de menos calidad), en el que por fin se consiga presionar de manera efectiva en bloque alto. El modelo de juego eléctrico es el del Chelsea, último campeón de la Champions. Y a la espera de llegue Mbappé sólo falta saber qué futbolistas se apuntan decididamente a este difícil viaje que inicia Ancelotti. Los hay, como Asensio, Vinicius o Rodrygo, que ya se han puesto manos a la obra y han cambiado su metodología de trabajo. Otros, como el propio Eden Hazard, deben reaccionar rápido o se quedarán en tierra.