Alaba ya ejerce de jefe

En un partido difícil de encontrar futbolistas destacados en el Madrid más plano de lo que llevamos de temporada, David Alaba rindió por encima de la media en ese papel de capo de la defensa en el que le quiere ver Carletto. Con un despliegue físico tremendo y una gran lectura de partido, el austriaco dominó con facilidad las pocas llegadas de los delanteros del Villarreal. Aunque la temporada no ha hecho más que comenzar y llegarán envites mucho más complicados, no es fácil llegar a un club tan especial como el Madrid a jugar de central y que no te tiemblen las piernas.

Sus cualidades mezclan muy bien con las de Militao y parece que llevan jugando juntos un porrón de partidos. Todavía le falta el atrevimiento y el peso ofensivo que tenía en el Bayern, pero se le nota cómodo con su rol y con sus nuevos compañeros. Necesita un poco más de confianza para aportar todavía más cuando pasa la línea del centro del campo, pero está cumpliendo con nota en su primer mes de competición oficial con la camiseta blanca. La historia reciente del Madrid hasta la llegada de Ramos y Varane estaba plagada de centrales con categoría internacional a los que les temblaban las piernas cada vez que jugaban en el Bernabéu. Por eso tiene tanto mérito que un recién llegado al club más exigente del mundo se haya adaptado a la primera y sin titubear.

Ancelotti, que no va sobrado de defensas de garantías, respira aliviado porque Alaba le está demostrando con buenas actuaciones que se encuentra cómodo en el papel de líder de la zaga blanca. Y ese papel ni es fácil ni se regala, se gana en el césped.