¡Qué difícil es ganarle al Madrid!

Terminó el partido de San Siro y el realizador nos mostró a varios jugadores del Inter con las manos en la cabeza y cara entre sorpresa y decepción. Después de tener al Madrid a merced toda la primera parte y de haber creado varias ocasiones también en la segunda, un gol de Rodrygo les derrotaba en el 88’. ¡Qué difícil es ganar al Madrid!, se leía en sus ojos. Y así es. El grupo empieza viento en popa para el Madrid, con victoria en la salida más difícil, y de paso alivia el papel de LaLiga en la jornada europea, pues ningún otro equipo español ganó. La caída del Barça y los empates de los otros tres le dan al triunfo del Madrid valor terapéutico.

Ancelotti sorprendió con Lucas Vázquez de extremo, dejando fuera a Hazard, que no tendría ni un minuto (Carletto no se asusta con los nombres) y sacó a Nacho al lateral, dejando el centro de la defensa para Militao y Alaba. Pero se encontró con que el Inter salió como un huracán, con más fuerza y mejor plan que el Madrid, en el que Casemiro no está en su mejor momento y se nota. La primera mitad fue un agobio, salvo algunos ratos en que Modric cogía el balón y conseguía parar, templar y mandar. Y resultaba… por un rato. Pronto el Inter recuperaba el mando. Se fue al descanso con 14 remates y ningún gol, gracias sobre todo a Courtois.

La segunda mitad fue más equilibrada. Vinicius hizo alguna de las suyas. Los ataques del Inter empezaron a escasear y los cambios de Inzaghi no lo mejoraron. Los de Ancelotti al Madrid, sí. Lucas descansó, dio paso a Rodrygo, y lo mismo pasó luego con Modric y Camavinga. Fue mano de santo, porque de los dos surgió ese gol que dejó atónitos a los interistas. Bien por Rodrygo, que alborota poco pero es muy certero, y mejor aún por Camavinga, que ha caído de pie en este equipo. Sufriendo solidariamente en las malas, respirando cuando pudo, tirando la moneda, por si salía cara en el último tramo del partido… Así ganó el Madrid un partido de aúpa.