El jugador del año es Jon Rahm
Jon Rahm no para. Ni siquiera una semana antes de disputar la Ryder Cup. El vasco ha decidido apuntarse al Fortinet Championship, el torneo que abre la temporada del PGA Tour, una rareza en el mundo del golf por dos circunstancias. Por un lado, porque ningún otro participante de la Ryder competirá en el Silverado. Y, por otro, porque ningún número uno lo ha jugado nunca en ediciones anteriores. Unas comparativas que, en realidad, tampoco significan que sea una mala decisión. El de Barrika considera que disputar este evento es mejor para afinar su puesta a punto, antes del reto de Estados Unidos contra Europa, que quedarse en su casa de Arizona. De paso ya tacha una participación en el calendario del PGA antes de viajar en otoño a España para el Open y el Andalucía Masters.
Rahm regresa dos semanas después de luchar por el Tour Championship, la final del PGA, que cedió ante Patrick Cantlay por un golpe. Ese resultado ha sido clave para que Cantlay fuera elegido el martes como el Jugador del Año del PGA Tour, una distinción votada por los propios golfistas bajo la denominación de Premio Jack Nicklaus. Se deduce, porque los votos no se hacen públicos, que Patty Ice se impuso en estrecha puja con Rahm, decantada a su favor por ese último triunfo y por sus cuatro títulos del curso. Uno de ellos, por cierto, lo logró en The Memorial, donde Rahm fue expulsado por un positivo por coronavirus cuando lideraba con una amplia ventaja. El vizcaíno se quedó también sin esa prestigiosa corona, pero sí ha terminado al frente del circuito en ganancias monetarias; en el PGA of America, que se designa por puntos, y en el Trofeo Vardon, para el promedio de puntuación más bajo. Rahm ha acabado en el top-ten de 14 torneos, cinco de ellos majors, por ocho de Collin Morikawa y siete de Cantlay. Por eso es el número uno del mundo. De ahí no le mueve ninguna votación.