Lo que hay o se espera de un número 10

Ahora los aficionados del Barça tendrán que aprender a contar hasta diez sin acordarse de Leo Messi, que es una sombra mayor en la historia del club. Pero ya no está. Cuando se fue definitivamente un amigo de AS me aconsejó que me acostumbrara a escribir sin tener a Messi en mi pantalla de pasado. Esa noche precisamente la afición que estaba en el Camp Nou estrenó su grito del Diez para avergonzar a la directiva y honrar al jugador del PSG. Difícil olvidarse del 10, ese número que Julio Cortázar (Negro al Diez) convirtió en cabalístico.

Pero ya hay otro Diez en la historia azulgrana. Conocí en persona a Ansu Fati entrando adonde le arreglaron sus heridas, y ya él estaba a punto de regresar a los campos. Pocos días después de la marcha de Messi, cuando sus compañeros se preparaban para regresar al césped, lo vi esta vez a través de la televisión. Allí estaba él, dándoles ánimo, como un lazarillo. Y ahora ha sido condecorado con ese número 10 que llevará a la espalda como un peso con alas.

En un 10 hay lo que quiera quien lo lleva y lo que le ponga dentro. No abrigo duda de que ese número que ahora adorna esa espalda tiene un porvenir sin fronteras. Aunque ya se sabe que en fútbol la frontera depende de cada nuevo contrato.